jueves, 30 de agosto de 2012

El Centro de Indumentaria


 “Estaba todo riquísimo, sos todo un chef. Me voy a cambiar y te paso a buscar en una hora, nos vemos galán”. Las palabras de Cale quedaron resonando por la casa o en su cabeza, Jorge no estaba muy seguro. Lo único que podía asegurar es que Cale lo tenia cada vez mas loco. Empezaba a sentirse como un adolescente enamorado, y aunque siempre había sido un tipo mas bien racional, no veía porque no dar rienda suelta a sus fantasías. Ya lo tenia decidido, en cuanto le volviera a parecer que Cale se le insinuaba nuevamente, la encaraba como zorrino al tren y san se acabó.

domingo, 19 de febrero de 2012

Ramiro

-Sigo sin entender.
-Que es lo que no entendés?
-Nada... Es decir, entiendo todo pero no le encuentro razón.
El hombre joven sonrió, nada parecía molestarlo. Y eso era lo que a Jorge mas le rompía las pelotas. Le hacia acordar a esos testigos de jehova que solían golpearle la puerta los sábados a la mañana y que soportaban estoicamente desde su cinismo hasta sus puteadas. La diferencia es que este muchacho no creía en ningún tipo de religión .
-La razón te la expliqué mil veces, pero puedo seguir explicándotela mil veces mas. De hecho, no me importa si no lo entendés nunca. Solo me importa que estés bien, nada mas.
-Por que haces esto?
-Primero que nada porque me caes bien. Aprendo mucho con vos cuando estas de buen humor. Sos una persona agradable para conversar. Y segundo porque vos y yo sabemos perfectamente que esto es necesario y alguien lo tiene que hacer.
-“Necesario, necesario”.... Me pregunto si los comunistas también creyeron necesario matar diez millones de personas.....
El muchacho seguía inmutable.
-Sabes bien que no estoy de acuerdo con lo que hicieron los comunistas. Al igual que tampoco estoy de acuerdo con lo que hicieron los nazis ni los capitalistas. Aparte no creo que sea necesaria ni una sola muerte para que podamos vivir en paz, bien sabes que...
-Si si si, ya me lo explicaste mil veces-

sábado, 18 de febrero de 2012

El Asadito


La casa de Ramiro era bastante diferente a la que le habían asignado a él. Por empezar, si bien era circular, no era un solo circulo o cúpula, sino como varias cúpulas superpuestas de distintos tamaños.
En la parte de arriba de la cúpula principal estaba el dormitorio de Ramiro. Este tenia una baranda que daba tanto a la cocina como al estar, como si fuera un balcón. El dormitorio estaba como suspendido sobre el comedor. Una serie de pasillos llevaban a otras dependencias, que jorge no podía determinar exactamente que eran. Sobre un costado del comedor, estaba la puerta del baño. En esta casa, no había puertas, salvo la del baño y la de entrada. Ambas se abrían automáticamente ante la presencia de una persona. En el caso de la del baño, esta se habría solo si la persona que estaba adentro no lo había “cerrado”. Es decir, si no había tocado el botón de Ocupado desde dentro.
La decoración era amena, las estancias muy iluminadas, lo cual a jorge le extrañó, ya que su casa (la que le habían asignado) era totalmente cerrada y oscura, iluminada solo por luz artificial

jueves, 16 de febrero de 2012

Caléndula

Ramiro llegó puntual, junto con una bella joven, que se presentó como Caléndula. La chica dijo tener 30 años aunque no aparentaba mas de 25. Era esbelta, de cabello negro y ojos claros, entre verdes y grises. Tenia lindos pechos y caderas, aunque nada demasiado exagerado. A Jorge siempre le gustaron las mujeres armónicas, y a pesar del mal humor que lo acompañaba casi cronicamente y mas aun por las mañanas, la presencia de la muchacha lo puso de buen talante. Jorge siempre mejoraba el humor en presencia de bellas mujeres y esta no sería la excepción.
-Bueno bueno – Dijo al verla llegar, y luego, dirigiéndose a Ramiro – Si estas tratando de sobornarme para que me guste tu nuevo estilo de sociedad, te adelanto que vas por buen camino. -Supuse que te gustaban las mujeres bellas, ya que no demostraste la mas mínima atracción por mi en ningún momento – Dijo Ramiro con un guiño.
Jorge no pudo disimular cierta incomodidad ante esta respuesta,ciertamente inesperada, pero no se animó a seguir con el tema, ya que la presencia de Caléndula lo inibia. Prefirió esquivar el tema y volver el foco hacia la fémina, aunque esta no pareció inmutarse por la apreciación de Ramiro.
-Bueno, y aparte de alegrarme el día, a que se debe su grata presencia – Volvió a la carga Jorge dirigiéndose a Caléndula, como minimizando la presencia de Ramiro. Sin embargo este contestó como si la pregunta hubiera sido dirigida a él.
-A Cale le gusta mucho la decoración de interiores y ademas esta bastante especializada en domótica. Además de su grata presencia, es una de las personas mas preparadas que conozco en la zona para ayudarte a configurar esta casa a tu gusto.
-Aja, veo que no se te escapa una pibe

miércoles, 15 de febrero de 2012

El Centro De Provisiones


El CDP (centro de provisiones o centro de aprovisionamiento) era bastante amplio, con puertas corredizas que se abrían automáticamente ante la presencia de las personas. Tenia una especie de góndolas, pero eran diferentes a las que había conocido Jorge en su época. Estas góndolas eran mas bien estanterías comparables a las que jorge había conocido en los grandes depósitos. Evidentemente existía algún mecanismo entre estos estantes que abastecía a los mismos con diferentes productos. Cada estante estaba a su vez compartimentado en forma vertical, de forma tal de separar los distintos tipos de producto. Jorge advirtió que cuando alguien retiraba algún producto de los estantes, inmediatamente, desde el fondo del estante, aparecía un nuevo producto igual. A Jorge le llamó la atención el hecho de que no había mucha gente.
-Bueno, parece que vinimos en buen horario – Le comentó a Caléndula.
-Por?
-No se ve mucha gente, vamos a poder terminar rápido.
-Si, es cierto, últimamente no viene mucha gente a los CDP. Prefieren recibir las provisiones directamente en su casa.
-Como es eso? Hay delivery? - Jorge volvió a oler una contradicción del sistema.
-Si, podría decirse que si. Uno pide las provisiones desde su casa y el CDP las envía. De hecho, uno puede realizar una lista fija para que sea enviada periódicamente a su casa.
-Y quién lleva estas provisiones?