“Estaba
todo riquísimo, sos todo un chef. Me voy a cambiar y te paso a
buscar en una hora, nos vemos galán”. Las palabras de Cale
quedaron resonando por la casa o en su cabeza, Jorge no estaba muy
seguro. Lo único que podía asegurar es que Cale lo tenia cada vez
mas loco. Empezaba a sentirse como un adolescente enamorado, y aunque
siempre había sido un tipo mas bien racional, no veía porque no dar
rienda suelta a sus fantasías. Ya lo tenia decidido, en cuanto le
volviera a parecer que Cale se le insinuaba nuevamente, la encaraba
como zorrino al tren y san se acabó.