Cale lo pasó
a buscar según lo convenido. Jorge había logrado reponerse
notoriamente gracias al hidromasaje y el licuado, tenia un poco de
sueño pero que va...! Ya tendría tiempo para dormir durante el
viaje, calculaba tardarían al menos unas 12 horas en llegar. Y
después de todo, estaba bastante entusiasmado con esto de conocer
Hawaii. Sabia por películas y fotos que era un lindo lugar. Ademas,
le serviría para hacer un poco de ejercicio y de paso mostrar sus
dotes de nadador a Cale (aunque dudaba que esto sirviera de mucho en
términos amorosos). Todo el panorama era prometedor, así que no se
lo iba a perder por un poco de modorra.
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Fueron a
tomar el tren. A Jorge se le antojó que la estación era mas
acogedora aun de día, la luz del sol inundaba sus instalaciones y
el verde de las plantas y césped, así como el blanco de las
paredes, le brindaban una relajante sensación de limpieza y abrigo,
sin sentir que estuviera encerrado y bajo tierra.
Al sentarse
en la butaca del tren, Cale presiono un pequeño botón que se
encontraba en el apoya brazos de esta y dijo en vos alta, dirigiendo
la voz hacia arriba:
-Destino:
Aeropuerto- Y con una mirada invito a Jorge a hacer los mismo.
Jorge la
imitó y luego preguntó.
-Entonces,
todavía se llaman aeropuertos los aeropuertos?
-Si, porque
no? Después de todo son puertos para naves aéreas no?
Jorge noto
cierto sarcasmo divertido en el tono de cale.
-Si, eso es
cierto, pero como hoy los supermercados se llaman centros de
provisiones, las tiendas de ropa centros de indumentaria, los
hospitales centros de salud y así, pensé que quizás los
aeropuertos tuvieran n nuevo nombre.
-Aja? Y que
otro nombre podrían tener?
Jorge se
quedo pensando, pero no pudo responder, ciertamente no lo iban a
llamar “Centro de Naves aéreas”, aeropuerto era mucho mas
cómodo y representativo. Decidió por ende cambiar de tema.
-Y porque
le decimos al tren a donde vamos?
-Ya te lo
explique la primera vez, pero en breve lo vas a ver por tus propios
ojos. De todas formas, te lo vuelvo a explicar. Este tren va a hacia
las afueras de la ciudad, ya que por seguridad los aeropuertos se
encuentran lejos de las concentraciones demográficas....
Después de
mucho tiempo, Jorge creyó encontrar una fisura, e interrumpió a
cale en este punto.
-Entonces
quiere decir que los aviones o como carajos se llamen ahora siguen
calleándose...!
-La verdad
es que no hemos tenido accidentes en los últimos 20 años, al menos
con aeronaves construidas dentro de las comunidad. Pero no esta demás
tomar todas las precauciones del caso, después de todo, que hay para
perder, tardaremos como mucho 15 minutos en llegar.
Como
siempre, estos muchachos tenían respuesta para todo.
-Que te
estaba contando...? Ah, si, lo del destino – Recordó Cale – Te
contaba que el aeropuerto queda en las afueras de la ciudad, y no
todos los pasajeros tienen ese destino, por lo que el tren
transferirá nuestras butacas a uno de los primeros vagones, que
seguirá viaje, mientras que los vagones que vayan quedando vacíos a
medida que sus pasajeros bajen, volverán por el camino recorrido,
trayendo de vuelta a la gente que va hacia el centro de la ciudad.
Por otro lado, esto también nos beneficia, ya que nuestro vagón se
detendrá en menos paradas, ya que los vagones que vayan quedando
vacíos se despegaran de la formación, parando ellos solos en su
ultima estación.
En el
momento en que Cale terminaba de decir esto, Jorge noto que sus
butacas avanzaban al centro del tren, giraban 90 grados y avanzaban
por el pasillo central. Luego de unos minutos, estas se acomodaron
nuevamente en otro vagón, tal cual Cale le había explicado.
-Entendés
ahora?- Pregunto ella
-Entiendo –
Respondió Jorge, mientras recordaba los viajes de trenes y subtes de
su juventud, en donde viajaba apretado como ganado y el horario de
llegada era tan incierto como una ruleta. Y pensó que en realidad,
en su época se podría haber construido algo similar a estos trenes
de hoy, pero nadie jamas lo hizo. Claro, seria muy caro y poco
rentable hacer algo así en aquel entonces. Aparte, el que podía, se
compraba un auto. Viajar en tren era de pobres. Y a quien le
importaba como viajaban los pobres? La solución para viajar cómodo
era muy simple: no ser pobre.
Llegaron al
aeropuerto, salieron del tren, caminaron unos metros y ya estaban
ahi, continuaron por un pasillo e ingresaron a un recinto circular,
de unos 10 metros de diámetro, con varias butacas dispuestas en
forma concéntrica. Al medio del circulo, había una escalera
caracol que parecía comunicarse con un recinto similar debajo de
este. Jorge pensó que seria una sala de espera, pero le llamo la
atención que las butacas tuvieran respaldos rebatibles. De hecho un
par de personas las tenían extendidas como si fuera una cama, es
decir, a 180 grados. También le llamo la atención que el recinto
fuera casi completamente transparente. Se podían ver aeronaves
despegar y pasar por encima de sus cabezas, y a los costados. De
hecho, las butacas de la periferia, estaban orientadas con vista al
exterior y tan cerca de la pared o ventana, que podría suponerse que
uno se sentiría suspendido en el aire si estuviera allí sentado.
El hecho de
que las butacas fueran tan cómodas le hizo pensar que la espera
serie larga, por lo que se pregunto si tendría tiempo de dormir una
pequeña siesta antes de abordar el avión:
-Deberemos
esperar mucho?
Cale, que
estaba concentrada en su dispositivo de lectura, levantó la cabeza y
dijo:
-La nave
partirá en exactamente 3 minutos, los que no hayan abordado deberán
esperar la siguiente, suponiendo que tenga lugares vacíos, o que
alguien quiera ceder su asiento.
Jorge se
alarmó, según su experiencia, 3 minutos eran muy poco tiempo para
abordar un avión.
-Entonces
apurémonos o vamos a perder el vuelo!- Dijo,casi con enojo ante la
desidia de Cale. Intento incorporarse al tiempo que Caléndula lo
tomo del hombro suavemente para que volviera a sentarse y le dijo:
-Ya estamos
en la aeronave, estamos esperando que aborden los últimos pasajeros.
Que
boludo... como no se había dado cuenta. Al mirar a su alrededor,
notó que las butacas estaban casi todas ocupadas. Alguien entró
apresurado y ocupo una de las que quedaban libres. Una voz, similar a
la de la computadora de su casa, indicó que la puerta de abordaje se
cerraría en 60 segundos. Hasta donde Jorge podía ver, no quedaban
butacas vaciás, por lo que intuyó que ya despegarían.
Instintivamente, busco el cinturón para ajustarlo. Al no poder
encontrar nada parecido, le pregunto a Cale:
-Perdón,
donde esta el cinturón de seguridad.
-En este
tipo de nave no existe tal cosa- le respondió Cale, sin sacar la
vista de su dispositivo de lectura.
-Y que pasa
si el avión o lo que esta cosa fuera tiene que girar de golpe? O cae
repentinamente por un bache aéreo? Quedo pegado del techo?
Jorge
parecía comenzar a impacientarse, por lo que Cale entendió que
necesitaba algunas respuestas. Repentinamente cayo en cuenta que a
pesar de que hacia un par de días que compartían su tiempo, quizás
algunas cosas eran mucho mas nuevas e inexplicables para Jorge de lo
que ella pensaba. Decidió dejar de lado su computadora de mano y
comenzó a responder todo lo que Jorge tenia para preguntar.
-En
principio, esta nave tiene un motor gravítico, lo que implica que
los efectos de la gravedad no aplican en la nave o los elementos que
lo transportan, o al menos no en un 100 '% sino digamos mas bien un
5%, es decir, cuando el motor se activa, la nave pesa un 5% de lo que
normalmente pesa, aunque nosotros dentro de la aeronave no vamos a
notar la diferencia. Esta aeronave pesa unas 20 toneladas y esta
preparada para llevar unas 10 toneladas mas, lo cual rara vez sucede.
Por ende, cuando los motores gravíticos se activan, la nave pesa
aproximadamente 1,5 toneladas, lo que pesaba en tu época un avión
de 8 pasajeros. Unas cuantas turbinas eléctricas impulsan y dan
dirección a la nave. Estas están preparadas para mover 30
toneladas, pero obviamente esto no hace falta. Por todo ello, no hay
mayores contratiempos en el viaje y el consumo de energía es tan
bajo, que se pueden alimentar con la energía solar (toda la nave en
si es como una gran foto-célula). De hecho, si los motores
eléctricos y gravíticos fallaran, la forma de la nave misma, haría
que esta caiga delicadamente en cualquier lado, a una velocidad
totalmente adecuada, que evitaría que alguien salga lastimado. De
todas formas, estas butacas son en si mismas un dispositivo
salvavidas, que ante un accidente podrían eyectarte de la nave y
mantenerte con vida aun cuando estés inconsciente. Para tu
tranquilidad, aunque estos dispositivos se ponen a prueba con
frecuencia, nunca una de estas naves sufrió algún tipo de accidente
o contratiempo en mas de 10 años y miles de horas de vuelo. Estas
mas tranquilo ahora?
Tranquilo?
Jorge estaba mas bien pasmado. Anti-gravedad..? Eso era de las
películas de ciencia ficción, era imposible que fuera realidad!!
-Me dijiste
Anti-Gravedad?- pregunto Jorge, haciendo énfasis en la palabra.
-Si, eso
mismo, pensé que ya estabas al tanto, después de todo, la comunidad
nunca oculto sus avances tecnológicos al mundo.
-Si, creo
que algo escuche, solo rumores, pero pensé que eran exageraciones o
mentiras.
-En
realidad, los gobiernos tradicionales siempre intentaron
desacreditarnos, pero si, es verdad y estas a punto de comprobarlo.
Mirá para afuera...
Estaban
volando, la nave había despegado y Jorge no se había dado cuenta.
Como era posible? Jorge había estudiado ingeniería y aunque nunca
se había dedicado específicamente a su especialidad, se consideraba
un hombre de ciencia, leía revistas de divulgación científica,
libros de hombres de ciencia famosos, e incluso de vez en cuando,
buscaba cosas interesantes en internet y sabia perfectamente que la
humanidad estaba muy lejos de lograr la anti-gravedad, si esto se
podía lograr alguna vez. Pero aquí estaba, volando hacia hawai, en
una nave con motores de anti-Gravedad.
-Sencillamente
no puedo creerlo, aunque lo estoy viviendo, no puedo creerlo. Estas
segura de lo que estas diciendo. Es anti-Gravedad?
-Completamente.
No estudie mucho acerca del tema, pero no veo porque podria ser
mentira. Es mas, si no me equivoco el propio Einstein fue el que
predijo como podia lograrse. Igual no estoy segura que se haya
aplicado exactamente eso, pero al parecer venia por ahi la mano.
Jorge
quería saber todo al respecto, si esto era verdad, todo era posible,
todo. Desde el “Millenniun Falcon” de “Star Wars” hasta los
“hoverboards” de “Back To The Future”. Todo lo que siempre
soñó, podía volverse realidad!
-Contame
todo lo que sepas de los motores gravíticos!- Inquirió en tono
demandante.
Cale
detecto cierto tono de niño con juguete nuevo y no pudo reprimir una
sonrisa casi maternal. Finalmente encontraba el punto débil de
Jorge.
-La verdad
es que no se mucho, pero justamente mi tío, el que estamos yendo a
visitar, es uno de los pioneros de esta tecnología, dentro de la
comunidad. Lo que si puedo decirte, porque el lo comenta seguido, es
que la generación de campos gravitatorios es mucho mas vieja de lo
que creemos. De hecho se encuentra en la naturaleza. Escuchaste
alguna vez hablar del abejorro, no? Por mucho tiempo los científicos
se preguntaban como lograba volar con tan pequeñas alas. Por mas que
sacaran cálculos e investigaran, no había forma de explicar como el
abejorro, y otros tantos insectos, podían volar. Mi tío cuenta que
es gracias a que manejan la gravedad. Las alas solo son para dar
dirección. Por lo que el cuenta, esto fue descubierto por un biólogo
ruso hace ya unos cuantos años, pero nadie le dio mucho crédito.
Aunque al parecer, había investigaciones secretas tanto del gobierno
soviético como del norteamericano, basadas en lo descubrimiento de
este hombre.
-Algo
escuche hablar, pero pensé que era alguna estupidez de algún
periodista del tipo conspiracionista barato.
-Muchas
veces, la mejor forma de esconder una verdad, es darla a conocer y
luego desacreditarla. Eso ocurría frecuentemente en tu época.
Cuando un gobierno quería guardar un secreto y este se filtraba,
enviaba información imprecisa a distintos personajes que eran
fácilmente desacreditables. Estos divulgaban la información sin
chequearla demasiado. Aunque lo hacían de buena fe, la información
se tergiversaba con el paso de un informador a otro. En el medio,
distintos agentes, pagados para tal misión, los ponían en duda o
los defenestraban sistemáticamente y luego el publico terminaba
descreyendo de todo. Pero en general, todas las teorías
conspiracionistas, tienen gran parte de verdad. Y el de la
anti-gravedad es un buen ejemplo.
Jorge sabia
esto perfectamente. A su modo, el lo usaba cuando era empresario.
Alimentaba ciertos mitos, aunque no fueran ciertos. Y filtraba
rumores imprecisos a ciertos empleados, cuando quería generar
confusión.
-Bueno,
pero que mas sabes de Anti-Gravedad, es decir, como funcionan estos
motores?
-Te digo
que no tengo los detalles. Se que tiene que ver con acelerar
partículas a velocidades cercanas a la de la luz, logrando que estas
aumenten su masa en forma considerable. Se que esto se logra mediante
unos magnetos, que en principio necesitan mucha energía, pero una
vez que las partículas logran la velocidad deseada, el consumo
energético es mínimo. Por eso una vez que se inicia un motor
gravítico, no es muy conveniente detenerlo.
-Y son muy
grandes, es decir, voluminosos?
-Hay de
varios tamaños, dependiendo de la aplicación. Se que hay varios
grupos de investigación que trabajan en reducir su tamaño y
consumo, así como aumentar su alcance, pero no se cual es el estado
actual de dichos proyectos. Probablemente mi tio te pueda dar mas
información al respecto.
-No veo la
hora de conocer a tu tío...
-Ya lo
creo, seguramente se van a llevar bien. Que te parece si dormimos un
poco, en cuanto despertemos ya estaremos llegando a Hawaii.
Era buena
idea, las butacas eran muy cómodas, y habían dormido bastante poco,
asi que no estaría de mas una siesta.
Jorge cerro
los ojos y se durmió pensando que estaría bueno realizar una
replica exacta del halcón milenario. Se durmió pensando en como se
vería cale con el atuendo de la princesa Leia en la corte de Jabba
the Hutt...
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